El trofeo que se ofreció en la final de Múnich de 2012 es el sexto, y ha estado en uso desde 2006, después de que el Liverpool ganara su quinta Copa de Europa en 2005 y adquiriera el trofeo en propiedad. Hasta la temporada 2007-08, los equipos que se proclamaban campeones (excepto por tercera vez consecutiva o quinta alterna) debían devolver el trofeo dos meses antes de la final del año siguiente, entregándoseles a cambio una réplica a escala menor.