Las pilas recargables tienen muchas ventajas frente a las convencionales y es que una vez que se acaban no se desechan, sino que se vuelven a recargar y funcionan como si fuesen nuevas. Los bilbaínos tomaron con buen agrado el cambio de equipación (sobre todo por la mejor calidad del tejido) y el 9 de enero de 1910 estrenaron las nuevas camisetas.