Esto dejó a Houlding con la propiedad del estadio, pero sin ningún club utilizándolo; por consecuencia, fundó el Liverpool en 1892 y desde entonces, el equipo disputa sus partidos como local en este estadio. Marcó tantos goles importantes para el club, llevando a su equipo a veces sin ayuda, y es el primero de la lista de futbolistas que nunca han ganado un título de la Premier League pero que lo merecen.