Benítez apostó por el espectáculo al colocar de entrada un solo pivote, Albelda, con Aimar por delante y dos arietes rápidos como Oliveira y Sánchez. Como si no tuviéramos bastante con leyes que garantizan la impunidad de estos miniterroristas en potencia castigando a su víctima, como si no hubiera suficiente con unos docentes (encima muchos de ellos con la Camiseta Verde) girando la cabeza haciendo que «no ven nada», como si no fuera suficiente el pasotismo de administraciones y políticos con este tema mientras en otros países se legisla.