Ojala hicieran muchísimos más controles de este tipo con tal de asegurar la buena vida de ese animalito, que seguro que ya habrá padecido suficiente,l como para encima dal con un mal adoptante y volver a la protectora o algo peor. Lógicamente, al día siguiente fuimos a la tienda y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que no podían cambiárnosla porque el daño de la bota era únicamente estético y no afectaban para el juego.