Los dirigidos por Sacchi, también revalidaron la Copa Intercontinental, después de vencer claramente al Olimpia de Paraguay por 3:0, gracias a dos goles de Rijkaard (minutos 43′ y 65′) y uno de Giovanni Stroppa (minuto 61′). En la Liga de Campeones, la squadra rossonera disputó los cuartos de final ante el Olympique de Marsella. De esta manera, el Milan accedió a su quinta final de la Copa de Campeones, la cual tuvo lugar en Viena, el 23 de mayo de 1990 y frente al Benfica.