Este resultado le valía a Brasil, pero las 200.000 voces se acallaron cuando a 10 minutos del final, Alcides Ghiggia aprovechó un error del portero brasileño Barbosa y metió el 2-1, el resultado final que dejaba a Brasil sin Copa, a Uruguay campeona y a un país desolado, tanto que se produjeron numerosos suicidios de aficionados tras el partido. La camiseta se consideró de mal fario y encima, empezaron a surgir voces en contra del color, ya que se consideraba poco patriótico (no está en la bandera, al menos en gran proporción).