Uno de los casos más flagrantes (pero no por ello menos olvidado) es el de la ropa interior para personas transexuales. No obstante, en los últimos años algunos emprendedores, casi siempre a partir de su propia experiencia, se han hecho eco de esa demanda insatisfecha y prácticamente inaudible con la creación de marcas de lencería y ropa de baño especialmente diseñadas para personas anatómicamente diversas en uno u otro aspecto.